Cómo elegir el monitor adecuado
El Monitor
No todos los LCD son iguales y cada usuario le da un uso distinto. Qué hay que tener en cuenta a la hora de comprar.
En tiempos en los que la computadora se ha convertido en una central de entretenimiento apta para ver películas, series y videojuegos, los monitores son una pieza clave para garantizar una buena experiencia en la PC.
En esa multiplicidad de actividades de los usuarios, unida a la calidad de las pantallas y sus precios cada vez más accesibles, radica la creciente popularidad de los LCD, que además de mejorar la calidad de la imagen ofrecen atractivos diseños para que se luzca la computadora.
Aunque los monitores económicos, con unas cuantas pulgadas, suelan tentar a los usuarios, existen algunos aspectos técnicos que hay que contemplar a la hora de renovar el monitor
Cuestiones técnicas
El primer dato a tener en cuenta es que el tamaño sólo es importante en relación al uso que se le dé a la pantalla. Esto quiere decir que no siempre un dispositivo más grande garantizará una mejor experiencia. Por ejemplo, para trabajar en procesadores de texto o navegar en la Web, un monitor de 24 o 26 pulgadas puede resultar incómodo, ya que se expande el área visual. En cambio, esa misma pantalla puede ser ideal para ver televisión o usar videojuegos. Si se le dará un uso de oficina, un monitor de 19 pulgadas dejará satisfecho al usuario.
Otra especificación técnica a considerar es la resolución del producto, esto es, la cantidad de píxeles que muestra la pantalla en los ejes vertical y horizontal. Por lo general se recomienda que pantallas de 20 o 22 pulgadas tengan una resolución de 1680 por 1050, y las de 24, 1920 por 1200. En cambio, si se opta por un monitor de 17 pulgadas, estará bien con una resolución de 1440 por 900.
Los usuarios también tienen la posibilidad de optar por un widescreen, que presenta una relación entre su ancho y altura mayor a 4:3, el estándar de los CRT. (Monitor tipo tv). Un monitor con 16:9 o 16:10 será acertado para ver cine, sin las típicas bandas negras arriba y abajo, y trabajar en un entorno más amigable. Eso sí, en el caso de que se use casi con exclusividad para jugar, habrá que ver si los video games tienen soporte para este tipo de pantalla.
El brillo y la taza de contraste son otras dos características a evaluar. La primera indica la visibilidad de la imagen en ambientes más claros y se mide en candelas por metro cuadrado. Para notebooks se suele recomendar una taza de más de 300 cm/m², para poder usarla sin problemas al aire libre. El contraste está dado por la relación entre la cantidad máxima de blanco y la de negro que puede mostrar el monitor. Cuanto mayor sea la taza, los colores se verán más vivos y la imagen mejor.
El contraste dinámico es otro aspecto de los LCD, menos popular que el brillo y la taza de contraste, pero clave para mejorar la experiencia audiovisual. Cuando los monitores poseen esta característica, el brillo se ajusta automáticamente de acuerdo a la imagen que se está viendo. Así, ante una escena oscura, se disminuye la potencia de la lámpara y se oscurece la imagen.
Si el monitor se usará para películas y videojuegos será esencial contemplar su tiempo de respuesta, es decir, cuánto tarda en cambiar un píxel de negro a blanco. A menor tiempo –medido en milisegundos–, más fluida se verá la imagen. Los LCD de 2ms son los mejores para videoplayers, aunque uno de 5ms también es aceptable.
Aunque no se suele prestar atención a este aspecto, el ángulo de visión puede ser un aliado para mejorar la experiencia frente al monitor, especialmente si se piensa usar la PC para ver cine o televisión. En esos casos suele ser común que más de una persona participe de la experiencia y entonces será importante que quienes se ubiquen en los laterales de la pantalla puedan ver tan bien como quien está enfrente. Para eso será importante considerar el ángulo de visión. La luz que transmiten los LCD tiene origen en un único punto que se ubica detrás del monitor, por lo que un ángulo inferior a los 45 grados dificultará la visión y disminuirá el contraste para quienes vean desde los costados.
Por último, es importante fijarse en las conexiones que tiene el monitor. Lo ideal es que cuenta con entrada digital DVI o HDMI. Las conexiones VGA están en desuso pero será importante que la pantalla tenga una si la computadora no tiene salida DVI.